34°31´39.03” S - 58°45´12.03” W
32 mts SNM
El entusiasmo que a inicios del siglo XIX se vivía alrededor de la aviación, llegó también a la localidad de Jose C. Paz en 1914. Este pequeño pueblo surgió a fines del siglo en 1897, por iniciativa de español José Vicente Altube, quien movilizó a sus coterráneos a formar una villa ubicada unos 35 km. al oeste de la Capital Federal. Adquiriendo una gran superficie de terreno, instaló un emprendimiento rural, que en 1907 parceló en 56 manzanas. Tres años después, los vecinos Serafín Germanó y Félix Iglesias compraron otros campos aledaños a este damero.
José Vicente Altube (1847 - 1918) |
Altube propuso como nombre del poblado Villa de la Misericordia, pero popularmente se lo conoció como Villa Altube y para fines de siglo ya contaba con autonomía económica considerable. En marzo de 1912 falleció en Europa José Clemente Paz, gran amigo de Vicente Altube y fundador del diario porteño La Prensa. Al cumplirse un año de su deceso, Altuve promovió el cambio de nombre de la estación del ferrocarril por José C. Paz
El renombramiento provocó la organización de una gran fiesta con todo tipo de eventos. Se fijó fecha para el 13 de julio de 1913 y para facilitar la concurrencia del público, el ferrocarril dispuso de formaciones especiales que correrían desde las 10:40. La jornada comenzaría con bombas de estruendo a la salida del sol, carreras, competencias, inauguraciones, bailes, comidas y el broche de oro, era la presencia de numerosos aviadores a quienes se les había cursado invitación.
Ubicación del aeródromo de Villa Altube en relación al Gran Buenos Aires. |
De todos ellos, el único que confirmó su asistencia fue el teniente Raúl Eugenio Goubat en un monoplano Eindecker Etrich- Raumpler 1913 Taube, conocido popularmente como La Paloma. Goubat despegó desde El Palomar a las 15:48, llevando como pasajero a Jenaro Rongo. Luego de sobrevolar otros campos como el Hipódromo de Hurlingham y Campo de Mayo, se dirigió a la renombrada localidad de José C. Paz. Al arribar, Goubat realizó un amplio viraje desde el norte y sobrevoló la gran concentración de público, en procura de un lugar adecuado para aterrizar. Finalmente se posó en la “pista de sortijas”, en la actualidad Avenida Altube.
Raúl Goubat sobrevolando el público presente en José C. Paz a bordo de su Etrich Taube, el 13 de julio de 1913 (Diario La Prensa vía Eloy Martín) |
Luego de permanecer en el lugar solo unos pocos minutos, despegó para regresar a El Palomar a las 16.35, llevando ahora como pasajero a Angel Ruilópez. El 27 de julio, Goubat regresó a José C. Paz, con Ruilopez a bordo.
El entusiasmo generado por ambos vuelos en el poblado, motivo a algunos vecinos a crear un aeródromo en el cual se estableciera una escuela de vuelo, taller de fabricación y reparación de aeronaves. El hecho fue publicado por el diario La Prensa en su edición del 09 de junio de 1913. Era una iniciativa de L. E. Grimaud, Guillermo Kraft, Carlos Rampini y los hermanos Enrique y Sebastián García. Estos últimos eran verdaderos técnicos con experiencia aeronáutica y contaban con el apoyo y las asistencia del constructor francés Paul Castaibert y del aviador Teodoro Fels.
Se lo conoció como Aeródromo Villa Altube y estaba ubicado unos mil metros al oeste de la estación del ferrocarril y a unos 200 metros de la Plaza Belgrano. Ocupaba unas 13 hectáreas delimitadas por las actuales calles Lavalle, Constitución y las Avenidas Gaspar Campos y Pueyrredón. Tanto el terreno como un galpón para ser utilizado como hangar habían sido facilitados por el vecino Serafín Germanó.
Carta San Miguel 1:25.000. Plancheta 3987a Cartografía del Instituto Geográfico Militar. Relevamiento de 1908. Memoria del Ministerio de Guerra 1938-1939 (Eloy Martín) |
La actividad comenzó recién un año después, cuando proveniente del aeródromo de Longchamps, aterrizó allí el italiano Guido Paolucci a bordo de su Castaibert 912-III el 10 de julio de 1914. Esta fue la primera aeronave basada allí y determinó el inicio de la escuela de vuelo. Paolucci asumió la dirección de la misma y como instructores figuraban Acchile Carlo Dal Mistro, Carlos Argentino Lavelli, Ricardo Detomassi y probablemente el italiano Luis Nardini. En poco tiempo la escuela contaba contaba con cuatro Bleriot XI, un Deperdussin T y el Castaibert 912-III con motor Gnome de 50 hp de Paolucci. La institución fue supervisada para su autorización por veedores del Aero Club Argentino. Para el caso, el Ingeniero Carlos Irmscher concurrió al lugar para verificar las instalaciones y el estado de las aeronaves, extendiendo finalmente el visto bueno para su funcionamiento.
Castaibert 912-III de Guido Paolucci en el aeródromo de Villa Altube el 15 de octubre de 1916 (Museo Histórico de José C. Paz. Archivo Alberto J. Fernández. Vía Alberto Fernández Bodué)(Eloy Martín) |
No obstante esta importante flota de aeronaves, la actividad de vuelo no pudo sostenerse activamente debido a la falta de repuestos que originó la guerra europea. Paolucci, retornó a Italia en septiembre de 1914, seguido algunos meses después por Dal Mistro y asumiendo la dirección de la instrucción Carlos Argentino Lavelli.
El Castaibert 912-III y el hangar existente en el campo. 15 de octubre de 1916 (Museo Histórico de José C. Paz. Archivo Alberto J. Fernández. Vía Alberto Fernández Bodué)(Eloy Martín) |
Paralelamente a la escuela de vuelo, se debe hacer una segregación especial con las actividades de fabricación y reparación de aeronaves, pues existieron dos emprendimientos totalmente distintos y uno de ellos dio origen a un segundo aeródromo en la zona. Uno de ellos fue el establecimiento del ingeniero austríaco Andrés Tomsich en el propio hangar del aeródromo de Villa Altube. Allí encaró la construcción de una serie de seis monoplanos Deperdussin Modelos A y B financiados por José Vicente Altube. Tomsich tenía amplia experiencia en el tema pues había trabajado en el taller de Edmundo Marichal. La primera unidad voló exitosamente a los mandos de Dal Mistro el 23 de diciembre de 1914
Hangar del aeródromo de Villa Altube y algunos de los Deperdussin que Andrés Tomsich fabricó allí durante 1914 (Francisco Halbritter vía Eloy Martín) |
El otro taller al que nos hemos referido es el de los hermanos Enrique y Sebastián García del que nos ocupamos en entrada aparte (ver José C. Paz – Arroyo Pinazo)
Ninguno de los dos aeródromos ni fábricas de José C. Paz se sostuvo en el tiempo, debido a la partida hacia Europa de los pilotos extranjeros y además por la carencia de piezas de repuestos. No obstante ello, es altamente notoria la existencia de talleres y fábricas por emprendimiento, auspicio y financiamiento de personajes como Altube, Germanó y Pinazo, convirtiendo a la localidad en un verdadero polo aeronáutico en épocas tan tempranas.
En la actualidad, el campo ha sido totalmente urbanizado y una de las manzanas ubicadas sobre la Avenida Gaspar Campos la ocupa la Municipalidad de José C. Paz.
Imagen satelital actual de la trama urbana de José C. Paz con la ubicación aproximada de los aeródromos de Villa Altube y Arroyo Pinazo. |
Fachada de la Municipalidad de José C. Paz sobre calle Gaspar Campos. |
Agradecemos a Eloy Martín por su colaboración en la entrada José C. Paz - Villa Altube. Sobre este tema Eloy es autor de un exhaustivo trabajo titulado Los Aeródromos de José Clemente Paz. El mismo puede ser consultado en el link correspondiente.
Bibliografía
Martín, Eloy. Los Aeródromos de José Clemente Paz. Inédito. Buenos Aires. 2019
Halbritter, Francisco; Historia de
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