32°56´25.93”S
- 60°44´21.29”W
24
mts SNM
(Ubicación
aproximada, tomada en la esquina de calle José de Calasanz y Gallegos)
Su creador
Cuando la tinta del acta
de fundación del Aero Club Rosario aún se encontraba fresca, numerosos jóvenes
acudieron a la institución con el objeto de hacer realidad el sueño de
convertirse en los nuevos héroes del aire. Entre ellos se encontraba Humberto
Esteban Gatti; un joven de 26 años miembro de una típica familia inmigrante que
explotaba una fábrica de colchones en el centro del Rosario de 1921.
Humberto Esteban Gatti (Marcelo Miranda) |
Al igual que todos,
Gatti estaba impactado con las aventuras que se escuchaban de los ases del aire
de la Gran Guerra
ó las proezas de los pilotos nacionales que cotidianamente informaban los diarios
locales. Se había propuesto convertirse en piloto y esto lo había llevado a
efectuar algunas gestiones ante los organismos oficiales para adquirir una
aeronave, mucho tiempo antes de que aprendiera a volarlas. Esto lo ponía un
paso delante de los otros jóvenes, pues describía claramente su personalidad.
A mediados de 1921,
obtuvo su brevet de piloto y con algunos ahorros personales compró un pasaje en
barco a Italia con el doble propósito de visitar a su primo y adquirir tantos
aviones como pudiera. Su primo era en realidad Mario Colombo, ex instructor en
el Corpo Aeronáutico Militare durante los años de guerra y un eximio piloto.
Con su ayuda, Gatti se hizo de cuatro aviones SAML S.2, con motores Fiat A.10
de 100 hp. de 6 cilindros refrigerados por agua. Estos aparatos eran rezagos de
guerra y costaron un total de $ 95.000 M/N.
Con estos aviones, ambos
desembarcaron en el Aeródromo de El Saladillo con el firme propósito de
establecerse con una empresa de servicios aeronáuticos. Tres de los aviones importados
fueron armados y probados por Colombo y Gatti. Este último comenzaba a hacerse
como piloto y aprovechaba estos vuelos para perfeccionar su técnica bajo las
tutelas de su primo.
El Aero Club Rosario
explotaba el terreno en el que se encontraba el Aeródromo de El Saladillo y
Gatti debía abonar 150 M/N por aeronave, además del combustible consumido.
Prontamente se hizo evidente que para cubrir gastos, la empresa debía achicarse
y en consecuencia ambos primos resolvieron vender unos de los S.2. Quien adquirió
la aeronave lo hizo con su curso de aprendizaje incluído que sería impartido
por Colombo. Desgraciadamente, durante el transcurso de uno de estos vuelos, la
aeronave se accidentó en la localidad de Morteros (Pcia. de Córdoba)
falleciendo Mario Colombo, su alumno y un circunstancial pasajero.
El SAML S.2 R196 de Humberto Gatti en vuelo sobre la costa del Río Paraná frente a Rosario 06Ene35 (Marcelo Miranda) |
Gatti aún contaba con
dos S.2 y aunque había perdido a su socio y primo, persistió en la empresa.
Pero la surte no estaba de su lado. A tan sólo una semana del fatal accidente,
Gatti contrató un piloto para que lo ayudara con los vuelos que debía efectuar
en un festival a realizarse en la localidad de Cañada Rosquín. Durante el vuelo
de traslado, su compañero se vió obligado a aterrizar en Salto Grande (Prov. de
Santa Fe) de tal suerte que le produjo serios daños en su aeronave. Gatti no
pudo continuar solo el viaje y cuando decidió aterrizar para asistirlo, su
maniobra terminó con igual resultado. En pocos días se encontraba con tres
aviones destrozados, sólo y en bancarrota.
Gatti aún conservaba el
cuarto S.2 que permanecía encajonado. Las deudas que aún mantenía en conceptos
de hangaraje con el Aero Club Saladillo, no le permitían ponerlo en vuelo y
debió emplearse como “chofer de plaza” para refinanciarse. Los registros
indican que prontamente logró reponerse de sus deudas, pues durante Julio de
1922 se encontraba realizando trabajos de reconstrucción de uno de los S.2
El Aeródromo Mendoza
El 25Set25 el Aero Club
Rosario había organizado un festival en el campo de El Saladillo. Gatti fue
invitado y acudió gustoso a participar del mismo con su S.2. Luego de la
jornada festiva, Gatti decidió dejar su aeronave en uno de los cobertizos del
campo, pero definitivamente la surte se ensañaba con Gatti y con sus SALM. Esa
noche se abatió sobre esa zona un verdadero huracán que destrozó por completo
el cobertizo con todas las aeronaves en su interior. Es más, una fuerte ráfaga
de viento, arrastró el SALM hasta las vías del Ferrocarril Central Argentino
lindantes con el aeródromo con tal mala suerte que el tren 113 proveniente de
Retiro lo embistió y arrastró destrozándolo completamente para luego arrojarlo
al costado de los rieles.
Para fines de los años
veinte, Gatti había logrado recuperar dos S.2 pero su flotilla quedaría
reducida a uno, el 26 de octubre de 1929. A las 19.35 hs. de ese día su mecánico
Angel Perosio (hijo del propietario del campo desde donde operaba) estaba
preparando uno de los S.2 para un vuelo a realizarse el día siguiente, cuando
tropezó con una lámpara alimentada con gasolina con la que se alumbraba y
comenzó a incendiarse una de las alas del avión. En pocos minutos el fuego
envolvió todo el avión que quedó destruido junto con el hangar. Con el tiempo,
Gatti logró reconstruir el hangar y continuó operando desde el mismo
predio.
La década de 1930 resultó particularmente
brillante dentro de la trayectoria aeronáutica de Gatti no sólo por la variedad
de actividades que desarrolló sino también por la incorporación de dos nuevas
aeronaves a su flota. Se trataba de dos Morane-Saulnier Type XXXV AR (también
denominado Type A.R.35 o M.S.35R) con motor rotativo Le Rhone de 80 H.P. El
primero de ellos lo adquirió el 16Ago33.
El SAML S.2 R196 y el Morane Saulnier en el Aeródromo Mendoza (Omar García vía Marcelo Miranda) |
Visitantes posan frente al Morane Saulnier de Gatti. Detrás el SAML R196 (Omar García vía Marcelo Miranda) |
El 16 de setiembre de 1934, Gatti debió poner
a prueba su temple nuevamente. Su mecánico Costa resbaló mientras estaba
limpiando con nafta un magneto del motor Gnome de 100 H.P. del Morane-Saulnier.
Para amortiguar la caída se tomo de la hélice, la movió y puso en marcha el
avión, se produjo un corto circuito en el magneto y se produjo un incendió que
destruyó totalmente la aeronave.
Estado del Morane Saulnier Parasol luego del incendio del 16Set34 ((Omar García vía Marcelo Miranda) |
Humberto Gatti frente a su Morane Saulnier Parasol R239, bautizado "Alfredo J. Rouillón", equipado con un motor radial fijo de cinco cilindros (Omar García vía Marcelo Miranda) |
El Morane Saulnier bautizado "Río de la Plata" en el Aeródromo Mendoza (Omar García vía Marcelo Miranda) |
Acostumbrado a lidiar con la mala suerte,
Gatti continuó volando con el maltrecho SALM S.2, hasta que en 1937, adquiere
de Hugo Alfredo Schuster (también de Rosario) el Klemm L.25-I R325 (c/n 53) con
motor Mercedes-Benz de 25 hp. Este avión se registró LV-QDA el 01Jul38.
El S.2, que había sido
registrado LV-XAA, fue inhabilitado para volar en 1953, aunque esta máquina se
encontraba para entonces fuera de servicio desde hacía muchos años por lo que
Gatti realizó sus últimos vuelos con el Klemm L.25-I LV-QDA. Con ambos aviones
Gatti continuó volando por mucho tiempo, pero lentamente fue abandonando la
actividad, hasta que en 1944 se retiró definitivamente. Con ello se perdió el
rastro del Klemm y se dio por extinguido el Aeródromo Mendoza.
Humberto Gatti falleció naturalmente
el 08Ene67
Ubicación de la Chacra Perosio sobre un plano satelital de el área sur-oeste de Rosario. En algún lugar dentro de este perímetro se encontraba el Aeródromo Mendoza ocupado por Gatti |
Agradecemos a Marcelo Miranda por su colaboración para la realización de la entrada de Mendoza - Gatti. Esta entrada es parte de un artículo completo sobre la vida de Humberto Gatti publicado en la revista Lima Víctor N°3 Primavera 2003 (Pgs. 25 a 29). Clickee sobre el link para tener acceso a ella.
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