34°28´41.85” S - 58°30´39.93” W
19 mts SNM
Durante la segunda mitad del año 1919, el Aeródromo de El Palomar se vió repentinamente saturado por una pléyade de empresarios, aventureros y misiones comerciales extranjeras que visitaban el país con el único propósito de vender sus aviones y servicios. En aquellos días, el aeródromo militar debió haber sido una verdadera babel y un conglomerado de cobertizos, hangares y aeronaves civiles y militares.
Shirley H. Kingsley MC con uniforme del Royal Flying Corps en 1916 (Roberto Gaineddu) |
Por ello y con el propósito de imponer orden, el 25 de febrero de 1920 se hizo público un decreto refrendado por el Ministro de Guerra fundamentado en los propósitos expresados en un decreto preexistente de 1916. El artículo 1° del nuevo decreto dispuso: “Llevar a conocimiento de las diversas empresas a quienes ha concedido autorización para establecerse en el aeródromo militar de El Palomar, que ellas lo han sido dentro de términos expresas del mencionado decreto (el de 1916) y que, en consecuencia, no les es permitido efectuar salidas ni aterrizajes dentro de los límites del campo de aviación militar, cuando el propósito sea efectuar transportes aéreos, en el concepto comercial de tal, es decir, recibiendo remuneración por dichos servicios, aunque ellos se efectuaren fuera de la jurisdicción militar”.
Este decreto implicaba una verdadera órden de desalojo para pilotos civiles, misiones y empresas aerocomerciales cuyo propósito era, precisamente, el de percibir una remuneración por los vuelos que realizaban puesto que de otro modo, no habrían podido sostener sus operaciones. Con ello se inició una verdadera diáspora que dio lugar a la reactivación o al nacimiento a otros aeródromos destinados específicamente a la operación de aeronaves civiles.
Ubicación de San Isidro en relación al Gran Buenos Aires |
Como consecuencia de esta medida, se produjeron el establecimiento de dos nuevos aeródromos y la reactivación de otros dos, por esa en fecha en desuso. Todos ubicados dentro del radio del Gran Buenos Aires. Así; Ernani Mazzoleni se mudó al nuevo aeródromo de Castelar con la Escuela Italo- Argentina de Aviación, Lawrence Leon ocupó las instalaciones en desuso de San Fernando y J. Alberto Hinds con la Handley Page Ltd. hizo sus petates para establecerse en el Club Hurlingham y Shirley H. Kingsley terminó trasladándose a aeródromo de San Isidro,
Este inglés que ostentaba el Grado de Mayor Retirado, era un veterano de la Primer Guerra Mundial, que había tomado la representación para la Argentina y Uruguay de las aeronaves diseñadas por Geoffrey DeHavilland; la Aircraft Manufacturing Co. Ltd. (AIRCO). Tras un breve paso por Montevideo, Kingsley se instaló en El Palomar y en agosto de 1919 formó The River Plate Aviation Co. con el aporte de capitalistas argentinos e ingleses residentes en Argentina y se adquirieron en Inglaterra cuatro D.H.6 para escuela y un D.H.16 para transporte de pasajeros.
El AIRCO DH.4A aún en el Aeródromo de El Palomar (Eloy Martín) |
La
orden de abandonar las instalaciones de El Palomar impuesta por el Ejército era
para Kingsley una verdadera oportunidad. Su objetivo en el país era la
explotación comercial de la aviación y no dejaba de tener en cuenta que aunque
El Palomar era lo mejor en materia de infraestructura y comodidades para sus
operaciones; el campo estaba alejado desde donde se encontraban sus principales
clientes. Entonces se propuso llevar los aviones al corazón de
En
esta decisión contaba con el apoyo de
Plano de ubicación del Aeródromo (amarillo) según un plano catastral de San Isidro del año 1921 (Marcelo Miranda) |
Estas
tierras habían pertenecido originariamente a Juan Martín de Pueyrredón y fueron
heredadas por su hijo Prilidiano Pueyrredón, quien el 9 de enero de 1856 las
vendió a Manuel Alejandro Aguirre. A su fallecimiento, sus herederos dividieron
estas tierras y se le adjudicó a Rosa Aguirre viuda de José González Balcarce
la fracción donde se instaló el aeródromo. Esta fracción está perfectamente
individualizada en el plano que reproducimos y que se incluye en el libro del
Pbro. Dr. Francisco C. Actis: “Historia de la Parroquia de San Isidro y su
Santo Patrono 1730-
Este
plano no está fechado pero se estima que fue confeccionado a comienzos de la
década de 1920 y en el mismo, la fracción de Rosa Aguirre aparece ya ocupada en
parte por el aeródromo y en parte por el Golf Club San Isidro. Conforme
referencias periodísticas de la época, el terreno arrendado para el aeródromo
medía 700 mts. por 700 mts., aunque del plano citado surge claramente que su
forma no era cuadrada sino rectangular. Otras fuentes indican que la superficie
del aeródromo era de 60 Has., lo que parece ser más correcto. El aeródromo
estaba situado 2 kms. al Oeste de
Detalles técnicos de la construcción del hangar y oficinas de The River Plate Aviation Company en el Aeródromo de San Isidro (Marcelo Miranda) |
En el sector Nor-Oeste del campo comenzaron de inmediato las tareas de construcción de las instalaciones de The River Plate Aviation Co. Las mismas incluían un amplio hangar de mampostería con techo a dos aguas de chapa galvanizada y claraboyas, que se apoyaba sobre una estructura metálica y tenía 45 mts. de frente y 15 mts. de fondo. El techo estaba sostenido por columnas metálicas que dejaban la boca de hangar (orientada hacia el Norte) dividida en tres sectores de 15 mts. cada uno que se cerraban con cortinas metálicas de enrollar. El hangar estaba flanqueado por sendas construcciones de mampostería. La construída a la derecha del mismo (con 15 mts. de frente y orientada hacia los links del Golf Club San Isidro) consistía en un pintoresco chalet para oficina, recepción y sala de espera, cocina, restaurante y baños. Su construcción en ladrillo visto con junta rasa, con almenados y pequeñas torres, evocaba la de un pequeño castillo de la campiña inglesa. La ubicada a la derecha del hangar, era de construcción más austera pues estaba destinada al taller, aunque mantenía la fisonomía de los almenados.
Montaje del hangar Bessoneau de la Compañía Franco Argentina de Aviación de Transportes Aéreos (Revista Caras y Caretas) |
En
el sector Nor-Este del terreno (prácticamente en el costado opuesto) se instaló
Construcción del hangar y oficinas de The River Plate Aviation Company (Revista Caras y Caretas) |
Para el mes de abril de 1920 se trabajaba aceleradamente en el Aeródromo de San Isidro y en los primeros días de este mes Kingsley trasladó hasta allí en vuelo desde El Palomar uno de sus D.H.6 con motor R.A.F. de 90 HP. El 17 de abril el inglés Teniente Patrick F. Hasset trasladó a San Isidro desde El Palomar otra aeronave de The River Plate Aviation Co. llevando como pasajero a su alumno J. García Sánchez y comenzó a darle instrucción en el nuevo aeródromo y tres días más tarde hizo lo propio en un D.H.6 el inglés Teniente Olive H. Thompson llevando a D.J. de la Fuente como pasajero. Ya el 25 de ese mes el Teniente Hasset realizó en San Isidro vuelos de bautismo y a partir de entonces la empresa anglo-argentina continuó operando regularmente allí.
Las instalaciones de The River Plate Aiation Company ya terminadas (Revista Aviación) |
Un DH.4A y un DH.6 en enfrente de las
(Revista Aviación) |
Al Comisión de Damas de la Sociedad de Socorros organizó un festival aeronáutico para inaugurar el nuevo aeródromo y cuya recaudación sería destinada con fines benéficos. El 21May1920 fue el día del evento, para lo cual, las autoridades habían previsto la concurrencia masiva del público en general. Además de las propias máquinas de The River Plate Aviation Company y la Compañía Franco-Argentina de Transportes Aéreos S.A., concurrieron un S.E. 5 con el piloto inglés Clowes a los mandos, una escuadrilla de seis Caudron G.3, un Nieuport 28 y un SPAD XIII del Servicio Aeronáutico del Ejército y un Avro 504 Gosport civil piloteado por James Fraser Bremmer.
Aspecto del aeródromo durante el festival que se organizó el 21May1920 para inaugurar el mismo (Revista Aviación y Automovilismo) |
No
obstante ello, en el transcurso de ese año, una de la dos empresas ocupantes
debió cesar sus actividades.
Por
su parte, otros operadores más pequeños y privados se establecían en San
Isidro. El primero sería Jean Guichard que siendo parte de
Otro
nuevo piloto asentado en San Isidro fue Daniel Clerté. En realidad, al igual
que su colega Guichard, Clerté formaba parte de
A fines de 1920 llegó al país la aviadora francesa Adrienne Bolland, trayendo consigo dos Caudron G.3 junto a un equipo de mecánicos. Instalada en San Isidro, el 26 de febrero Bolland alcanzó en San Isidro una altura de 4.850 mts. con uno de sus Caudron G.3 y batió su propio récord mundial femenino altura de 4.500 mts. logrado el año anterior en Francia. El 1 de abril Bolland habría de concretar una proeza mayor al cruzar la Cordillera de los Andes desde Los Tamarindos en Mendoza al Aeródromo Lo Espejo en Santiago de Chile en uno de sus pequeños Caudron G.3. Se despidió de Buenos Aires el 24 de mayo con un vuelo directo de 2 h. 45 min. en Caudron G.3 desde el Aeródromo de San Isidro a la EAM de Uruguay en Montevideo, desde donde se embarcaría luego con destino a Francia.
Entretanto,
el Aero Club Argentino había resuelto instalarse en el Aeródromo de San Isidro
y poner en marcha una escuela de pilotaje con dos Caudron G.3 cuya cesión se
gestionaba del Servicio Aeronáutico del Ejército. Ya en setiembre de 1920 su
Comisión Directiva había analizado la posibilidad de trasladar al Aeródromo de
Castelar el cobertizo que el aero club tenía en El Palomar pero este proyecto
no se concretó y se tomó la resolución de instalarse en San Isidro. Para
setiembre de 1921 ya habían comenzado las tareas de erigir las nuevas
instalaciones en el sector del aeródromo anteriormente ocupado por
Hangar Bessoneau del Aero Club Argentino, erigido al lado de las instalaciones de TRPACo, durante la inauguración del mismo (Diario La Nación) |
El día elegido fue el 6 de enero de 1922 y a pesar del temporal de lluvia y fuertes vientos que se abatió sobre San Isidro durante la noche y la madrugada, se realizó un festival de brillantes características. Tal como ocurriera casi dos años antes al inaugurarse el aeródromo, desde horas tempranas se congregó en el aeródromo una clamorosa multitud. Las primeras aeronaves en arribar fueron las del Servicio Aeronáutico del Ejército: tres Bristol F2B Fighter y un SVA. Llegó luego desde el Aeródromo de San Fernando una escuadrilla de cuatro Curtiss. A ellos se agregaron un SPAD desde quien llegó desde San Fernando, un AVRO desde Longchamps y desde Castelar un avión SALM. Todas estas aeronaves volaron haciendo formaciones, acrobacias y bautismos.
Aspecto del Aeródromo San Isidro el 06Feb22 con motivo de la inauguración del Aero Club Argentino (Revista Aviación) |
La
ceremonia oficial de inauguración se efectuó en recién levantado cobertizo del
aero club, habida cuenta de la lluvia intermitente del momento. Este acto estuvo
a cargo del Presidente del Aero Club Argentino Dr. Florencio Martínez de Hoz.
Las actividades en la pista se reanudaron después y los pilotos presentes
realizaron vuelos con pasajeros. En esas circunstancias también llegó desde el
Aeródromo de Villa Lugano un SVA-5 y desde la Sociedad Sportiva en Palermo hizo
lo propio Virgilio Mira con su pequeño Golondrina. Cuando la fiesta terminaba y
los visitantes regresaban a sus aeródromos, llegó desde Montevideo el D.H.16 de
La llegada del Aero Club Argentino a San Isidro aumento la actividad considerablemente. Tanto por los vuelos de instrucción, bautismos y paseos como por otras actividades realizadas, como las carreras aéreas. El 14 de Abril de 1922 se realizó la primera sobre un tramo de 400km. de distancia hasta Mar del Plata. La siguiente competencia se realizó el 05 de Agosto de 1923 hasta el aeródromo de Villa Colón, próximo a Montevideo, esta con carácter internacional.
Shirley H. Kingsley en el medio (con casco de vuelo) enfrente del su Airco DH.4A (Colección Mortz) |
Por
su parte, en su carácter de Director de
Aviones de la flota de The River Plate Aviation Company en San Isidro (Colección Susan Collins) |
Este
servicio se realizaba en virtud de una subvención mensual de $ 8.000 otorgada
por
Luego del fracaso de Kingsley con este emprendimiento, comenzó también la merma de la actividad en el Aeródromo de San Isidro, siendo el Aero Club el único que mantenía regularidad en sus vuelos de manera mas o menos honrosa.
Caricatura publicitaria de The River Plate Aviation Company aparecida en 1921 en la revista Aviación |
A
mediados de 1924, llegaría al país otra misión comercial desde Europa. La de
Apenas
comenzado 1925, el día 14 más precisamente, aterrizaron en San Isidro los tres Breguet
14 pertenecientes al vuelo experimental de exploración de rutas que
Después de 36 horas de vuelo, las aeronaves aterrizaron en El Palomar en medio de una multitud que se había agrupado para recibirlos. Sin embargo, respondiendo a la ordenanza de Mosconi de 1920, el comandante interino de la base militar negó a los franceses la guarda de las aeronaves en los hangares del Servicio Aeronáutico del Ejército. Ante ello, el Aero Club Argentino ofreció el hangar de la institución en el Aerodrómo de San Isidro adonde fueron trasladados el día 16. Las mismas permanecieron hasta el día 21 de enero, cuando luego de hacer mantenimiento de rigor las aeronaves francesas emprendieron el regreso a Brasil.
Pero
1925 habría de ser el último año completo de operaciones en el Aeródromo de San
Isidro. Paralizadas las actividades de
De Havilland Airco DH.6 RPAE 12 en San Isidro con el instructor Olive Thompson rodeado de un grupo de alumnos (Eloy Martín) |
No obstante la aescasa actividad, en agosto el Aero Club Argentino notificó al Servicio Aeronáutico del Ejército la suspensión de sus actividades por verse obligado a trasladarse a otro aeródromo.
La
causa de la terminación de las operaciones en el Aeródromo de San Isidro fue en
realidad inmobiliaria, por cuanto en 1925 todos los sucesores de Manuel
Alejandro Aguirre y actuales propietarios de las parcelas en que se había
dividido la Chacra de Aguirre, resolvieron venderlas en conjunto al Jockey Club
de Buenos Aires que se proponía construir un hipódromo en San Isidro. El 5 de noviembre
de 1925 una Asamblea General Extraordinaria de dicho club dió su conformidad
para que
Sobreimpresión del perímetro del aeródromo en la trama urbana actual. |
Agradecemos la colaboración de Marcelo Miranda y Eloy Martín en la confección de la entrada San Isidro. Ambos son autores de sendos trabajos de profunda investigación histórica sobre a existencia del Aeródromo de San Isidro. Marcelo Miranda publicó su trabajo “San Isidro”, en la Revista Lima Víctor N° 8 Verano 20045/2005 Pág. 23 a 34. Por su parte, Eloy Martín ha elaborado un trabajo inédito titulado Aeródromo SanIsidro en 2016. Clickee sobre los links para tener acceso a ambos trabajos.
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