Puzzi (Santa Fe)

31°26´08,38” S - 62°03´51,20” W

120 mts SNM

Aunque este aeródromo fue durante toda su vida un campo de carácter privado, cuyo dueño y responsable era Santiago Puzzi (personaje ineludible en este relato); lo cierto es que la actividad que allí se llevó a cabo fue siempre, como si se tratara de un aeródromo público. Vale la pena aclarar, que su ubicación estuvo muy cercana a la frontera interprovincial entre Santa Fe y Córdoba. Este hecho y otros como haber alojado al Aero Club San Francisco y además ser el primer y más importante campo de la zona; dió lugar a confusiones respecto de su denominación y ubicación. Usualmente se lo conoció como "Aeródromo de San Francisco", pero en virtud de la esencia y la ubicación del mismo, utilizamos el nombre de "Aeródromo Puzzi"

Ubicación de San Francisco, dentro del mapa santafesino. 

Ubicación de los aeródromos en relación a la ciudad de San Francisco, entre ellos el campo de Santiago Puzzi. 

Santafesino hijo de inmigrantes italianos, la tumultuosa década de los años ´20 lo encontró coincidentemente con sus veinte años. Su historia es la misma de muchos jóvenes de esa gloriosa época, que terminaron haciendo notorias carreras aeronáuticas. Con conocimientos de mecánica, el entusiasmo propio de la edad y asombrados por la ola de aeronaves y pilotos que invadían nuestro país, la mayoría de ellos se procuraron los medios para convertirse en pilotos, ser parte de la aviación y hasta adquirir sus propias naves.

Santiago Puzzi (27Ago1894 - 04Jun1967)(Archivo Gráfico de San Francisco)

Este es el caso de Santiago. Mientras residía en la localidad de Clucellas (Provincia de Santa Fe) visitaba periódicamente a la familia Marconetti del vecino pueblo de Santa Clara de Saguier, quienes eran propietarios y operaban un Caudron G.III adquirido al Servicio Aeronáutico del Ejército. Puzzi decidió hacer lo propio invirtiendo su dinero en un ejemplar similar.

Caudrón G.III similar al de propiedad de Santiago Puzzi (Internet)

Luego de capacitarse en el mantenimiento y reglaje de la aeronave en El Palomar, Puzzi estuvo listo para llevarse el G.III Matrícula “12” que había sido construído el 11 de enero de 1921 en los talleres del Servicio Aeronáutico del Ejército de El Palomar. El traslado fue algo accidentado, por lo que el arribo a Clucellas no se produjo en vuelo, sino en tren y con el Caudrón bastante dañado. Con las reparaciones hechas, Puzzi tomo lecciones de vuelo y en junio de 1922 obtuvo su brevet ante el Inspector Ernani Mazzoleni.

Desde entonces, Puzzi comenzó una intensa actividad aérea en la zona de Clucellas con vuelos de exhibición y bautismo. Pero además de su actividad como piloto, el santafesino era un verdadero virtuoso de la mecánica y esa capacidad le había permitido desarrollar y perfeccionar diversas herramientas agrícolas como trilladoras y varios tipos de cosechadoras. Estos ingenios eran una verdadera necesidad en la zona, por lo que rápidamente se convirtieron en un suceso de ventas y motivo por el cual, la economía del emprendimiento de Puzzi se viera sólidamente respaldado.

Plano de aeródromo de la época (Archivo Gráfico de San Francisco)

Los numerosos pedidos, lo obligaron a buscar financiamiento y ampliar sus instalaciones fabriles. El 16 de abril de 1929, la nueva empresa “Santiago Puzzi & Cía” adquirió un extenso predio de unas 47 hectáreas y que permitía corridas de despegue de unos 1.300 mts de extensión. Estaba ubicado a dos kilómetros de la plaza principal de San Francisco. Una particularidad del campo es que este estaba ubicado en la localidad de Frontera (provincia de Santa Fe), mientras que San Francisco es un pueblo cordobés. A pesar de la corta distancia, el límite provincial lo constituye la Calle N° 1 ó Avenida Brigadier Bustos. Es una vía urbana importante, pero a la larga es una arteria más de la mancha urbana conocido como San Francisco. Esta cercanía provocaría serios dolores de cabeza en el futuro respecto la ubicación y denominación del aeródromo.

El campo tenía una forma algo irregular y del cual, dos de sus lados eran lindantes con sendas trazas de las líneas del Ferrocarril Central Argentino por el sur y el Ferrocarril Central Córdoba por el norte. Pero además, la traza del Ferrocarril Provincia de Santa Fe pasaba a escasos cien metros del límite sur del terreno. Semejante nodo ferrocarrilero, había sido el factor determinante para instalar la fábrica allí.

Un FMA Ae.M.B.1 Bombi durante el festival de inauguración del Aero Club San Francisco en 1935 (Aero Club San Francisco)

Imagen aérea del mismo festival. La construcción en primer plano es una carpa provisoria, instalada para atención del público (Aero Club San Francisco)

La amplitud del terreno adquirido le permitió a Santiago instalar su aeródromo y construir un hangar para alojar el Caudrón, además de su nueva adquisición; desde julio de 1932 era propietario del fabuloso Klemm L.25 con motor Salmson AD-9 registrado R-133. El hangar fue bautizado con el nombre de “Hangar Santa Ana” y estaba ubicado en el borde oeste del campo.

La actividad de Puzzi era atentamente seguida de cerca por los jóvenes locales, quienes rápidamente despertaron su curiosidad por los aviones. Como ocurría normalmente, la curiosidad se transformó en pasión y luego en acción; el 15 de septiembre de 1932 se fundó el Aero Club San Francisco y además de ser su primer presidente, Santiago puso a disposición de la nueva institución sus aviones, el hangar y el aeródromo.

Puzzi tenía una cercana amistad con el Brigadier Mayor Juan Ignacio San Martín. A raíz de ella, la empresa se convirtió en aeropartista del Instituto Aerotécnico y la relación sirvió además para que el Aero Club San Francisco fuera beneficiado con fuertes subvenciones y la asignación de numerosas aeronaves como un Ae C.3 y un Focke Wulf Fw-44J

Datos de aeródromo publicados en el Boletín de Obras Públicas de la Nación

A esta altura de los hechos, el aero club había llegado a un nivel de actividad importante, logrando hacerse de un modesto capital que le permitió procurarse su propio aeródromo. Esto pretendía resolver resolver varios inconvenientes de jurisdicción principalmente, pero termino profindizándolos. Su primera mudanza fue a un campo muy cercano al de Puzzi, pues se ubicaba a tan solo 400 metros al norte, sobre la actual calle 74 de Frontera.

Fairchild F-24-C8A 8 (s/n 2507) registrado R248 y luego LV-NBA. Esta aeronave fue propiedad de Puzzi (Registro Nacional de Aeronaves)

Para esta fecha, la recientemente creada Dirección General de Aeronáutica Civil comenzó un serio trabajo de ordenamiento, regulación y control de los aeródromos civiles. Producto de ello, fue la excelente serie de Boletines de Aeronáutica Civil que comenzaron a publicarse con el N° 1 correspondiente al año 1934 (que en realidad informaba lo gestionado en 1933). Ambos campos, ubicados en realidad en la localidad de Frontera (Provincia de Santa Fe) fueron publicados, pero desgraciadamente de manera torpe y desprolija. Aunque el campo de Puzzi existía al menos desde un par de años, el primero en ser erróneamente publicado como “Aeródromo San Francisco” fue el que acababa de habilitar el aero club y que estaba ubicado pocos metros al norte. Todos los datos allí consignados eran reales (medidas del campo, ubicación, instalaciones, etc.), excepto por la categorización que le había asignado la DGAC: “5B3” (“5” asignado a la Provincia de Santa Fe; “B” por no ser un aeródromo principal y “3” sencillamente por el tercer aeródromo dentro la provincia). Este código era en realidad el del campo de Puzzi.

Datos y planos de aeródromo, publicado en el Boletín N°2 de 1934 (Boletín de Aeronáutica, Dirección General de Aviación Civil)

En el N° 2 del Boletín correspondiente a 1935, la errata fue rectificada con la publicación de los planos correctos de ubicación y perímetro del aeródromo, pero sin consignar mayores datos. Al parecer, esta aclaración no fue suficiente y para ello se abrió el Expediente N° A-16490 resuelto por Disposición 27 de 1936, en donde se especificaba la situación real del campo. Sirve aclarar que el aeródromo del aero club tuvo una existencia efímera, pues al año siguiente el Aero Club San Francisco ya se había mudado a su actual campo, ubicado al oeste de la ciudad de San Francisco, sobre la Ruta Nacional N° 19 y en pleno territorio cordobés.

Publicación de los planos del Aeródromo de Puzzi (siempre conocido como Aeródromo San Francisco) en el Boletín N°3 de 1935. Nótese la leyenda corrigiendo el error de la edición anterior (Boletín de Aeronáutica, Dirección General de Aviación Civil)

El 16 de noviembre de 1935 su hermano Vicente Puzzi, también piloto, sufrió un accidente fatal en el Klemm L.25 R133. Los testigos del suceso, cuentan que la aeronave entró en tirabuzón chato a pocos metros altura, pero el fuerte impacto fue determinante para su piloto. Este hecho fue uno de los más tristes en la vida de Santiago y esta angustia lo acompañaría por el resto de su vida. Prueba de ello es un importante monolito que hizo construir para perpetuar su memoria, a un costado del hangar “Santa Ana”. Es más, el segundo hangar del aeródromo fue bautizado “Vicente Puzzi”.

Inauguración de monolito en homenaje a Vicente Puzzi (Aero Club San Francisco)

Datos y planos del aeródromo publicados en la Guía Aeronáutica de Aeropistas de 1939. La confusión de los datos del campo era tal, que en esta edición figuraba como ubicado en la provincia de Córdoba ! (Guía Aeronáutica de Aeropistas)

Con todas sus excelentes instalaciones para su exclusivo uso, Santiago Puzzi no podía darse semejante lujo y decidió fundar una nueva institución aeronáutica a fin de continuar con su actividad de fomento de la aviación. Así, el 05 de enero de 1941 fundó el Centro Aeronáutico Deportivo y Santiago fue su presidente, mentor, tutor y guía.

El 29 de marzo de 1942, la institución organizó un nutrido festival en el aeródromo, que además ya contaba con importantes instalaciones deportivas en su predio; canchas de fútbol, un green de golf, dos canchas de tenis y hasta un polígono de tiro! Como puede verse, el lugar era un verdadero centro deportivo que beneficiaba no sólo a los entusiastas aeronáuticos, sino a toda la población en general.

Festival aéreo realizado con motivo de la inauguración del Centro Aeronáutico Deportivo (Aero Club San Francisco) 

Por su parte el campo estuvo toda su vida impecable, con dos pistas de pasto prolijamente recortado. El 12 de julio de 1943, Santiago adquirió un segundo Klemm L.25 LV-HAA que registró a nombre del Centro Aeronáutico Deportivo. Se trataba de una aeronave gemela a la que había tenido y en la cual falleciera su hermano Vicente.

Luego de perder el anterior, Puzzi adquirió un segundo Klemm. Era el L.25 (s/n 114) LV-HAA (ex R134) (Gabriel Pavlovcic)

Vista general del aeródromo. El hangar de la izquierda es el "Vicente Puzzi", el del centro es el "Santa Ana" y en la derecha el monolito en memoria de Vicente Puzzi (Aero Club San Francisco)

La existencia de dos aeródromos y tres operadores de aeronaves en las cercanías de éjido urbano de San Francisco provocaba una intensa actividad que debió se regulada por la autoridad aeronáutica. Así, se estableció un espacio aéreo prohibido cuya forma era un cono truncado invertido con centro en la propia ciudad. Este tipo de reglamentaciones eran bastante poco comunes en la época y cuando se publicaban, afectaban a aeródromos y aeropuertos de importancia.

Plano del espacio aéreo prohibido sobre la ciudad de San Francisco, publicado en el Boletín de Aeronáutica Civil N° 12 del año 1944 (Boletín de Aeronáutica, Dirección General de Aviación Civil)

En 1947, Santiago Puzzi cumplía 25 años de haber obtenido su brevet de piloto y sus compañeros del Centro Aeronáutico Deportivo, decidieron agasajarlo con un gran evento aeronáutico y una cena. No se trató de un festival pero casi lo fue; pues además de amigos y familia el aeródromo recibió numerosas aeronaves con invitados a la reunión y todos con deseaos de acompañar a Santiago.

Aunque San Francisco recién alcanzaba el rango de ciudad, lo cierto es que dos instituciones aerodeportivas para un mismo y pequeño centro urbano era demasiado, por lo que la antigüedad y experiencia del Aero Club San Francisco prevaleció sobre el Centro Aeronáutico Deportivo, que lentamente fue languideciendo hasta desaparecer.

El Aeródromo en la edición de 1948 de la Guía Aeronáutica de Aeropistas. Diez años después continúa figurando como ubicado en la provincia de Córdoba., de propiedad de Santiago Puzzi y el Centro Aeronáutico Deportivo como Usufructuario (Guía Aeronáutica de Aeropistas)

Durante la mayor parte de su vida como piloto, Santiago Puzzi tuvo dos aeronaves operativas al mismo tiempo. Así, pasaron por sus manos el Caudrón G.III, dos Klemm L.25, el Fairchild F-24-C8A (s/n 2507) R248 (y luego LV-NBA), un Luscombe 8E Silvaire, dos Stinson 108-1 Voyager (uno de ellos el s/n 108-1-1487 LV-NPS), un Cessna 140 y un Lockheed Kaiser L.60 (s/n 3005) LV-GOP. Este último fue su última aeronave que no tuvo “compañía” en el hangar Santa Ana. Desde que sólo contaba con este avión, Santiago donó al Aero Club San Francisco el segundo hangar metálico que había levantado en su campo y que oportunamente bautizara “Vicente Puzzi”. Este L.60 fue construído en 1961 y desconocemos si Puzzi fue su primer propietario, pero es muy probable que así haya sido en virtud de su cercanía con la industria cordobesa.

Esta aeronave era cariñosamente llamada por Santiago como “Lucky” y estuvo en sus manos por un par de años hasta que decidió venderla, dando por terminada su actividad aeronáutica. Con esta decisión, también canceló la habilitación del aeródromo, convirtiéndose en un campo más de la pampa gringa.

Datos del Aeródromo Puzzi, tal como figuraban en la Guía Shell de Aeródromos de 1952. De su decodificación surge que se trata de un campo habilitado, de carácter privado, con Utilización Normal para aeronaves “Tipo 2: aviones medianos Bonanza, Navion, Norecrin, etc”

Carta N° 3163-29-2 "San Francisco" del Instituto Geográfico Militar, editada en 1960. En la misma puede observarse el perímetro del campo que Puzzi había afectado como aeródromo (Instituto Geográfico Nacional)

Santiago Puzzi falleció el 04 de junio de 1967. La empresa continuó su fructífera actividad y buen parte del campo que fuera aeródromo permanece todavía yermo. El área que rodea la nave industrial ha sido parcelada y el avance urbano en el oeste del lote es notorio. En la actualidad aún permanece incorrupto el hangar en la esquina de la calle 86 y 7. En el frente y sobre los portones aún puede leerse la leyenda “Hangar Santa Ana”, la plataforma se ha convertido en plaza pública y en la esquina opuesta aún está el monolito en memoria de Vicente.

El antiguo hangar "Santa Ana" en la actualidad (Norberto Marchetto)

El monolito en homenaje a Vicente Puzzi en la actualidad (Norberto Marchetto)

Perímetro de aeródromo sobre una imagen satelital actual.

Agradecemos a Norberto Marchetto y Francisco Halbritter por su colaboración en la entrada del Aeródromo Puzzi. Este corto relato, está basado en el artículo biográfico sobre Santiago Puzzi que Norberto Marchetto publicó en el N° 17 de la RevistaLima Víctor, correspondiente a Otoño de 2017.

Bibliografía:

Boletines de Aeronáutica Civil N° 2 (1934), 3 (1935), 8 (1938) y 12 (1942), Dirección General de Aeronáutica Civil

González Moreno, Luis; Guía Aeronáutica de Aeropistas - 1939; Federación Aeronáutica Argentina. Buenos Aires, Febrero de 1940

González Moreno, Luis; Guía Aeronáutica de Aeropistas – 1948; Federación Aeronáutica Argentina. Buenos Aires, marzo de 1948

Guía Shell de Aeródromos, 1952

López, Mario Justo; Waddell, Pablo y Martínez, Juan Pablo; Historia del Ferrocarril en Argentina, La política ferroviaria entre 1815 y 2015; Editorial Lenguaje Claro, Buenos Aires, 2016

Marchetto, Norberto I.; Don Santiago Puzzi. El hombre que llevó la aviación al Oeste de santafesino (y de paso … al Este de Córdoba); Revista Lima Víctor N° 17 otoño 2017, Págs. 29 a 38

Martín, Eloy; El Caudrón G.3 EP2 en Argentina. Buenos Aires 2017. Recuperado el 28 de febrero de 2022 de https://issuu.com/histarmar/docs/el_caudron_g-3_ep2_en_argentina

Halbritter, Francisco; El alemán Eficiente. Los Klemm L.20 y L.25 en Argentina; Revista Lima Víctor N° 21Otoño 2008, Pág. 21 a 27